Este instinto de deshacer
Las camas por la noche
Hace tiempo que se torna
Rutinario.
Volver tarde a casa,
En silencio,
Arrastrando un dolor de huesos
Sin origen.
Descubrirse aire bajo el pantalón
Y la arrugada blusa…
Hace tiempo que mi cuerpo
Abandonó el calor de algún otoño.
Y siempre cansado,
Cansado ya de soportarme,
De soportar las calles y su ruido,
Dedico el tiempo a algún suicidio.
Que siempre estoy cansado,
No lo niego.
Parece que la vida absorbe la energía
A los hijos del hastío y la desidia.
Y siempre el instinto,
Este maldito instinto de apagarme
Al acostarme por las noches
Entregado a algún insomnio
Entre cosas por hacer
Y sábanas deshechas.
Fotografías: Antonio Pérez.
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